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domingo, 18 de julio de 2010

CRÍTICA GASTRONÓMICA: Restaurante Blanco de El Cielo

UN POCO DEL MEDITERRÁNEO EN NUESTRAS TIERRAS
Restaurante El Blanco de El Cielo[1]
Medellín, Antioquia

Por: Dionisio Pimiento

Tras vencer todos los imposibles y lograr parquear en la hoy muy transitada, Provenza, me voy sintiendo transportado a alguna cala o playita en el Mediterráneo. Poco importa que afuera llueva a “mares” como en los últimos días medellinenses, pues aquí parece haber llegado un intenso verano. Todo blanco: paredes, sillas, platos, uniformes de meseros… tengo incluso calor y vuelan las chaquetas y bufandas. Estoy quizás en una de las Islas Griegas, Lesbos por ejemplo que es la que “suena” más divertida, o quizás en la bellísima ciudad de Altea a una hora de Valencia en España. Imagino muchas callejuelas empedradas, conversaciones ruidosas, vino a borbotones y sonrisas cálidas. De hecho sí me recibe una gran sonrisa: la de una pelirroja picarona que oficia como Administradora del lugar.

Mientras degusto el pan ciabatta[2] con una mayonesa especial, voy descubriendo una carta con precios razonables, para luego reconocer raciones completas. Desde una bellísima terraza justo al ingreso, aprecio la oferta de pasta fresca (con más de diez salsas posibles) y platos también mediterráneos. Aprecio la selección de vinos y los productos de charcutería que podré comer durante la cena o incluso llevar a casa. Un bocado más de pan mientras ordeno un lychees martini o quizás el coctel oficial del lugar (un tanto “amerengonado[3]” para mi gusto). Mientras espero observo la carreta que decora el ingreso: un par de plantas sobresalen recordando el aprecio por el producto, por el origen de todo.
Compartamos algunas entradas: vamos por ejemplo con la fonduta de quesos con pan y manzana que debe comerse en segundos para que no se enfríe. Sigamos con unas empanadas celestiales y claro, con algunos chorizos rellenos de queso y romero, muy singulares y apetitosos. Llegan a la mesa los langostinos crispi al curry y miel de chiles, y unas muelas de cangrejo que por su tamaño parecen más “los dientes de leche”.

“Vénganos tu reino” un Margarita y un Mojito, comienzo a desvariar. Quizás debo ordenar el plato fuerte. Me debato entre las pastas de cangrejo y salsa de coco o las que están acompañadas de un mix poco común de salsa Alfredo y manzana. Me tienta el salmón en salsa de frutas tropicales y curry, así como el pescado apanado con salsa pesto. No puedo decidirme así que quizás lo tome todo.

Cierro la velada con un pan de chocolate caliente acompañado de generosas bolas de helado. Quiero más, mucho más, así que compro uno completo para llevar. Mientras afuera llueve, salgo de este verano mediterráneo portando conmigo un poco de este "calorcito" en la bolsa de pan que comeré de seguro, sin poder parar.

Gracias por Blanco del Cielo, espacio en el que sin duda me siento más "feliz" que en la primera versión creada por Barrientos (El Cielo).

Notas:
[1] Blanco de El Cielo: Tel. 57 4 + 3127922. Dirección: Carrera 33 # 7 – 21 Barrio Provenza.
[2] Este típico pan italiano, elaborado al horno y que tiene una capa crujiente en su exterior, hace aún más evidente que estoy de “veraneo” por el Mediterráneo.
[3] Palabra por supuesto no registrada en la Real Academia de la Lengua pero útil para casas, comida y hasta personas en extremo “decoradas”.

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