Por: Dionisio Pimiento para Cocina Semana
¡Cuánta tentación en novedosas apuestas que se conectan con los postres del momento en el mundo! Maravillosos cup cakes y macarons se prueban en Medellín como los de cualquier calle del mundo, pero cuán agradecido se siente el paladar cuando se reencuentra con aquellos sabores dulces que lo conectan con historias íntimas y sencillas, con los antepasados, con la infancia, con aquel abuelo consentidor.
Hoy añoro las brevas con quesito y ariquipe; la natilla con mucha leche y coco, la mazamorra con un trozo burdo de panela, el Miguelucho, la María Luisa y el postre de las Tres Leches. Hoy me rindo ante el mejor “casado” de la historia, el del bocadillo con quesito, y ante el flan de naranjas agrias o las obleas con ariquipe y salsa de mora.
Hoy resalto la tradicional casa de los postres en San Antonio de Pereira: nada mejor que probar los 85 postres para terminar devorando una Leche Asada. Experiencia maravillosa como la de las fresas con crema de leche en aquella casona casi abandonada en la Autopista Medellín-Bogotá y en cercanías al Aeropuerto; o como los casquitos de guayaba de Queareparaenamorarte, o como el postre de natas de Hatoviejo. Aunque nada, pero nada, supera el arroz con leche calientísimo y con pasas borrachas de mi Tía … son las manos de la familia, son historias comunes en pasado y presente. ¿Y cuál es tu mejor reencuentro dulce con lo amas?
