COMUNIQUÉMONOS

Encuentra ahora todas las reflexiones e información en: http://dionisiopimiento.wordpress.com/

Facebook (Dionisio Pimiento)

Twitter @dpimiento

dionisiopimiento@gmail.com

Y en publicaciones como Cocina Semana, Portafolio, Decanter, entre otros

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿A qué sabe Silvia Tcherassi?

Por: Dionisio Pimiento (@dpimiento/twitter) para Portafolio

Es la diseñadora colombiana que más ha construido aquello del ADN de su nombre con extensiones de marca casi siempre coherentes, sabor sutilmente Caribe, reconocimiento latinoamericano, modelo de trabajo simple pero eficiente: ella diseña y su esposo lidera los negocios.

Hoy estoy en Vera, el restaurante del Hotel de Silvia Tcherassi en Cartagena (al que le presta su nombre e imagen). Claramente nunca usaré su ropa excepto si lanza una línea masculina (lo que podría ser buena idea), pero hoy descubriré a qué sabe y a qué huele la visión y la propuesta de esta barranquillera.

Todo en blanco y madera.  El agua de la piscina que corre. La tienda a la entrada. La vegetación que se apodera de uno de los muros a manera de jardín vertical con 3000 plantas. Servicio impecable. Todo comienza con un poco de pan con sal gruesa y un muy buen aceite oliva. Mientras llegan los dos carpaccio que ordenamos, uno de corvina, limón, cebolla y garbanzo y el dentice con pargo, aceitunas, tomate, aceite, sal y mejorana; releo un texto de Caroline Champion titulado Hors d'œuvre, essai sur les relations entre art et cuisine. Aquí la autora se pregunta por la relación entre Alta Costura y Alta Cocina alrededor de nociones como arte y mercadeo: “le « chef » est en train de rejoindre le couturier au panthéon des stars[1]. En el texto se evocan casos de claro “maridaje” como el de Alain Ducasse y Chanel en Tokyo con el restaurante Beige.

En este restaurante todo es serenidad y calma,  levitamos como las telas de los trajes de Tcherassi. Casi flotando llega un antipasti de pulpo con papa y aceite de perejil, y un platito de salumi con coppabresaola, cacciatorino y affetati.  Entre los sabores y el silencio sigo leyendo a Caroline Champion quién ahora habla de la relación entre la palabra “colección” aportada por la moda y “menú” por la gastronomía. Hoy de hecho ya se habla de colección en el mundo de la cocina dulce como en el desfile de Pierre Hermé en el 2010 en París. A su vez la cocina se inspira en la moda como la línea de tacones dulces del reconocido pastelero Christian Escribà o la vitrina de Kenzo en la Place des Victoires.

El aroma del fetuccinne aragosta con langosta, tomate, ajo y orégano, me devuelve al escenario preciosamente decorado de Vera en Cartagena.  En simultánea llega a nuestra mesa el risotto alla pescatora con langostinos, mejillones, calamares, ajo, tomate y albahaca. Estos primi piatti dan cuenta de una carta que apuesta por Italia y que podría servirse en el no-lugar, que no teje ninguna relación con la ciudad de todos los encantos y de todas las inequidades, Cartagena. Una carta excepcional pero que no dialoga con su entorno.

Es momento de los fuertes. Degustamos un sutil pargo a la plancha, con base de mantequilla, germinados y puré de alcachofa. Ahora desfila ante nuestros ojos y boca el Nasello con merluza, guisantes, almendras y ajo; y cierra un Spingola con róbalo, tomillo, papa y tomate.  Últimos bocados para pensar en la relación existente entre Alta Costura y Alta Cocina, en las mentes creativas que hay detrás de ambos mundos, la fuerza de las tendencias y sus rechazos, la valoración al hand made en ambos mundos y sus retos frente a la propiedad intelectual: ¿patentar una suela roja o una receta? Medito en la existencia de algunos grandes grupos económicos en el mundo del lujo mientras Ducasse o elBulli fueron o son pymes, e incluso llega a mí el nombre de uno de estos grupos que a su vez es responsable de la marroquinería más excelsa y la champagne más burbujeante. La moda con casas como Hermès o Dior ha encontrado en los desfiles su gran vitrina mientras vive de la cosmética y los lentes. Por su parte la creación gastronómica es poco duplicable, industrializable o mundializable.

El momento de los aplausos de esta pasarela llega con los dolciPane Mocca, una brioche con mocca, crema y café; una Panacotta Frutti di Bosco con frutos rojos, crema y hojas crocantes y un giardino con chocolate, flores, fresas y helado.

Tcherassi hoy es una marca del mundo premium y lujo que ahora incluso le apuesta a un segundo hotel en Cartagena.  Ya veremos que nuevos maridajes entre la moda y la gastronomía podremos saborear.


[1] El chef (cocinero) está en proceso de encontrarse con el diseñador de moda en el panteón de las super estrellas.