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martes, 19 de octubre de 2010

¿CUÁL ES LA CAPITAL GASTRONÓMICA DE ESTE MEDELLÍN METROPOLITANO?

ENVIGADO, CAPITAL GASTRONÓMICA UNDERGROUND

Por: Dionisio Pimiento (dionisiopimiento@gmail.com)
Texto publicado en Semana Cocina

¿Dónde se instala el epicentro del movimiento gastronómico de esta Medellín Metropolitana? Quizás sea en el Oriente cercano con propuestas como Cocina, Campo y Madera, Mundos o cualquiera de los "almorzaderos" de la tradicional Vuelta a Oriente. Quizás esté en La Calle de la Buena Mesa con el tradicional y un tanto envejecido Frutos del Mar, o con Casa Molina o Pesecar. Algunos dirán que claramente se instala en inmediaciones del Parque Lleras en dónde Carmen e Il Castello conviven con propuestas más ligeras como Mundo Verde, con fondas y comidas rápidas como Marta Puntico, Bulerías o los extraordinarios perritos cerca a la Iglesia de El Poblado, que en versión mini vienen con guacamole.

Muchos dirán que está unas cuadras más abajo del Parque del mismo barrio con La Fiambrería, Pastas con Amor, Los Containers o Verdeo; o cuadras más arriba con El Blanco de El Cielo, Tabún, Milagros o Ávila.

La capital oficial se la disputan todos con razones valederas, pero para mí el que realmente amerita análisis es el epicentro paralelo: sin duda Envigado, al sur de este Valle de Aburrá, se presenta como capital gastronómica en surgimiento en contraposición a esos habituales ejes de desarrollo. Lugares excepcionales en los que prima la calidad y no los precios astronómicos como Pescadería Juventud, Trifásico, el panadero Eduardo Madrid, Ristorante Valenti y Cangrejo y Coco, entre otros, han hecho de este municipio, actual hervidero (en su sentido literal) de nuevas propuestas, de recetas, de ideas y de apuestas.

Además prefiero pensar a Envigado como capital gastronómica y no como sede de la temida "Oficina", la misma tan "afamada", la misma tan sanguinaria, la misma que no cerrará sus temidas puertas mientras no entendamos que sólo con armas no los venceremos, y que la legalización mundial del consumo de drogas hará que la lucha que hoy nos destruye por el monopolio del territorio, pierda sentido.