Por el servicio
Por: Dionisio Pimiento (dpimiento.blogspot.com)
Texto preparado para la revista Cocina Semana
No fue más que hacer la pregunta en mi cuenta de facebook y la catarsis comenzó: hubo quiénes describieron a dueños que se cortaban las uñas mientras comían en sus restaurantes, o malos administradores que pueden entristecer el mejor brunch en el restaurante de uno de nuestros museos. Muchos más se quejaron del lento servicio en una cadena de comida rápida que sirve maravillosas hamburguesas, así como de meseros desinformados, de platillos fríos y de restaurantes de comida árabe sin datafono.
Se ha dicho con algunas dosis de verdad, que los antioqueños somos gente cálida, sonriente y acogedora; pero eso no es necesariamente sinónimo de buena atención en nuestros restaurantes y tanta institución dedicada localmente al turismo debería hacer algo al respecto.
El buen servicio en los negocios gastronómicos es exigente y pasa por la sonrisa de un mesero(a) con criterio, bien informado y asertivo. Exige de un administrador conciliador y que siempre sepa que un cliente no puede desilusionarse del sitio: jamás regresará y será testimonio constante de la mala experiencia. Por supuesto pasa por la calidad y presentación de la comida, así como por la precisión en el servicio. El aseo del lugar y de los utensilios debe ser perfecto. No son admisibles los errores en la factura y es indispensable contar con todas las opciones posibles de pago. El menú debe ser claro en el producto y en el precio.
Todavía hay mucho por hacer en el conjunto de restaurantes en nuestra tierra, una sonrisa amable no lo resuelve todo en el competido mundillo de la comida. No se puede olvidar que éste es un negocio de únicas oportunidades: o se conquista a un comensal o nunca se tiene. El cliente debe ser sorprendido segundo a segundo: años de complicidad pueden romperse para siempre ante el más mínimo detalle.
